Víctima de Tráfico Sexual Prevalece Demandando al USCIS
Cuando Karina conoció a su esposo John, no tenía idea de lo que iba a pasar con ella, porque al principio él era muy amable y la trataba muy bien. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que su verdadera naturaleza se revelara. Él resultó ser abusivo y manipulador, y para empeorar la situación, estaba desesperado por dinero y pronto comenzó a ofrecer los servicios sexuales de su esposa y a transportarla a diferentes ciudades y estados de los EE. UU. Ella aceptó esto por razones que ni siquiera ella comprende y este fue un capítulo horrible de su vida. Cuando, afortunadamente, los funcionarios federales llevaron a cabo una operación encubierta que resultó en el arresto de su exesposo y su liberación de esa vida, fue entonces cuando se dio cuenta de lo que le había sucedido y en su búsqueda de ayuda se le presentó por primera vez al abogado Desmond FitzGerald.
Según la ley de inmigración, existen muchas barreras para que alguien que estuvo involucrado en prostitución obtenga estatus legal en los Estados Unidos. El abogado FitzGerald tenía claro que Karina no debería ser responsable por algo que fue esencialmente involuntario. Karina había sido víctima de violencia doméstica en una de sus formas más despreciables. Su exmarido, John, era ciudadano estadounidense y, por consiguiente, ella era elegible para solicitar la residencia estadounidense bajo el Acta en Protección de Violencia Contra la Mujer (VAWA por sus siglas en Inglés). El abogado FitzGerald pudo identificar esto como una opción para Karina, porque conocía que la ley VAWA prevé muchas excepciones por inadmisibilidad, incluidas algunas relacionadas con la prostitución.
Cuando la solicitud de Karina se presentó ante el USCIS, Karina sintió que finalmente, después de tantos años, podría mantenerse aquí en los Estados Unidos. Sin embargo, en lugar de recibir inicialmente una respuesta positiva de la Oficina de Inmigración, que debería haber incluido el permiso de trabajo que tanto necesitaba, USCIS le exigió que proporcionara registros relacionados con sus antecedentes penales. Esto no solo era innecesario, ya que USCIS adquiriría estos registros directamente mas adelante, después de completar su procedimiento obligatorio de revisión del pasado judicial, sino que tampoco era requerido por la ley. Además, esto presentaba un obstáculo logístico formidable para Karina, ya que ni siquiera ella tenía acceso a toda la información relacionada con su historial penal.
La oficina de inmigración no prestó atención a las directivas del abogado FitzGerald de que su caso debería proceder basándose únicamente en su declaración jurada y, en cambio, se negaron a procesar su caso. En ese momento, el abogado FitzGerald le aconsejó a Karina que su mejor opción era ir a la corte federal para obtener ayuda. El abogado FitzGerald preparó una demanda contra USCIS y el Departamento de Seguridad Nacional, que explicaba cuál era la evidencia que se requería para respaldar una petición VAWA y cómo las demandas de USCIS eran ilegales. Afortunadamente, para Karina, la oficina del fiscal federal no tardó mucho en revisar su demanda (Writ of Mandamus) y determinar que la conducta del USCIS había sido inapropiada e ilegal.
El USCIS accedió rápidamente a retirar su solicitud sin fundamento y procesar adecuadamente la petición VAWA de Karina a cambio de que ella retirara su demanda. Esa elección fue fácil para Karina. Ella felizmente accedió a desestimar su demanda, con la seguridad de que no se le harían más demandas indebidas y con la fe de que su caso sería aprobado. No pasó mucho tiempo después de que el abogado FitzGerald retirara la demanda para que USCIS entrevistara a Karina y le otorgara la residencia legal permanente en los EE. UU. Finalmente, se le permitiría a Karina vivir de forma permanente y legal en un país donde ahora podría sentirse segura y protegida.